Este viejo roble -y era verdaderamente un muy viejo roble- estaba diciéndose a sí mismo:
Cómo envidio a esas vacas en la pradera que pueden caminar por el campo, y yo debo
permanecer aquí; y todo a mi alrededor tan hermoso, tan maravilloso: el sol y la brisa,
y la lluvia. Y yo aquí, enraizado a este lugar!.
Edward Bach, La historia de Oak, setiembre 1933, página 103,
Bach por Bach, Editorial Continente.
¿No os parece que cuando estamos OAK vamos de superhéroes?
Releyendo "El nuevo manual de la curación por las Flores de Bach", de Gotz Blome, editorial Robin Book (1995) encontré estas líneas que describen bien el modo de sufrir de Oak:
Pensemos en Oak “Cuando alguien se enfrasca tanto en su trabajo que es incapaz de relajarse, o arruina su salud en un deporte de alta competición. Alguien incapaz de dejar una responsabilidad aunque no esté hecha para él, o que no puede reprimir su necesidad de rendimiento aunque con ello caiga en un peligroso estrés”
Aquí os dejo con el superheroe favorito de mi infancia:
A partir del minuto 1:33