Buscar en este blog

BIENVENIDA Y BIENVENIDO

Desde el año 2009 hasta 2015 hubieron ocho temas desarrollándose, pulsa sobre cada uno para ver lo publicado hasta el momento. ATENCIÓN: a partir de 2015 los nuevos contenidos están en el Blog de la web de la Escuela. www.escuelaterapiafloral.com



Mostrando entradas con la etiqueta Honeysuckle. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Honeysuckle. Mostrar todas las entradas

martes, 11 de diciembre de 2012

HONEYSUCKLE: Cuando el pasado ocupa el presente

Lonicera caprifolium
La motivación de transmitir la materia floral por la vía del arte me vuelve a llevar hacia los vídeos musicales, esta vez, para hablar sobre la nostalgia.

La RAE dice que añorar es recordar con pena la ausencia, privación, o pérdida de alguien o algo muy querido. Un amor, como en el caso de la película Casablanca; un paisaje, como en "Romance para mis tardes amarillas" un tema selecto de la canción folclórica de Santiago del Estero, en Argentina.
La añoranza es triste, es un sentimiento de pérdida. Honeysuckle, entonces, trata ese especial tipo de tristeza que se recrea una y otra vez en el intento imposible de recuperar lo perdido. Es un duelo no elaborado.

"As time goes by", el tiempo pasa, fue compuesta en 1931 por Herman Hupfeld. Aquí la escucharás interpretada por Dooley Wilson en la película "Casablanca", con Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, y dirigida por Michael Curtiz.



Romance para mis tardes amarillas. Letra de Dalmiro Coronel Lugones, y música de Peteco Carabajal. Aquí interpretado por Raly Barrionuevo, creo yo, la voz más hermosa del folclore argentino (después de la del desaparecido Jacinto Piedra)


martes, 21 de septiembre de 2010

La historia del primer libro de Flores de Bach en español

MISCELÁNEA: Tienda pequeña de esquina


Así nació, en Buenos Aires, en el barrio de Palermo, el primer texto en lengua española sobre las Flores de Bach:  “La medicina floral de Edward Bach” de María Luisa Pastorino

La Dra. Pastorino

Mi primer acercamiento a la terapia floral, alrededor de 1985, año más año menos, fue con un folleto en inglés del Centro Bach de Inglaterra. Así es que en 1987, cuando la médico, homeópata y psiquiatra María Luisa Pastorino publica en la editorial argentina Club de estudio,  “La medicina floral de Edward Bach”, me abalancé sobre uno de estos ejemplares recién editados y bellamente expuestos en la librería Kier de Buenos Aires que, además, venía firmado por ella en bolígrafo azul. Ninguna compra de un libro me resultó nunca tan afortunada como esta.

Quince  años después, en una visita a mi tierra natal, le pedí una entrevista porque quería saber de ella. La Dra. Pastorino era significativa en mi vida. Me recibió en su consulta gracias a la intermediación de un amigo en común, Victor Rubenoff. Había dejado de recibir a personas agradecidas como yo, no se encontraba bien de salud. Entré a su despacho, el escritorio estaba  lleno de papeles, libros, frascos goteros, remedios homeopáticos y algunas cartas natales de pacientes. Hablamos sobre muchas cosas pero recuerdo una en especial: las circunstancias que rodearon la escritura de este libro que hoy comento.


Este es el ejemplar del que os hablo. Está gastado, pegado con celo y encuadernado con espiral de plástico hace 10 años. Resistió una emigración y varias mudanzas, pero aun pueden distinguirse las hojas de un acebo.
Actualmente, lo podéis conseguir en la Editorial Urano que en 1989 lanzó su primera edición después de adquirir los derechos.


María Luisa Pastorino y Florencio Escardó

     Florencio Escardó

Me contó que una tarde la llama el Dr. Florencio Escardó, un médico argentino, lúcido y bondadoso, que estaba por esos días preparando una colección de libros de medicinas alternativas. Escardó había oído hablar sobre las Flores de Bach y le preguntó si ella conocía algo sobre este tema. María Luisa llevaba poco tiempo trabajando con las esencias florales, así es que contestó algo parecido a un tímido sí. No hizo falta más para que el entusiasta médico le encargara un libro sobre el tema.

María Luisa no daba crédito a la propuesta, intentó negarse, pero Escardó era tan entrañable, bella persona y además confiado en el talento de María Luisa, que ¿cómo decirle que no? Así es que aceptó y convino que él le haría el prólogo. En los AGRADECIMIENTOS, dice Pastorino:

“Agradezco al profesor Florencio Escardó, maestro de la medicina argentina, el haberme sugerido y prologado este libro, estimulando así mi esfuerzo para hacerlo y para ahondar y sistematizar mis conocimientos sobre el tema.

Y continuó María Luisa diciendo que, acto seguido, se lanzó sobre los pocos textos en inglés publicados por la editorial inglesa Daniel Company Ltd: “Heal Thyself”, 1979; “The twelve Healers and Other Remedies”, 1979;  y “La curación por las flores” de Edaf, 1980, todos de Edward Bach. Y agregó:
-“Pero no sé qué hubiera hecho sin los de Philip Chancellor”: “Handbook of Bach Flower Remedies”, 1980, también de Daniel Co. Ltd. y “Curación por medio de flores, de la editorial mejicana Yug, 1979.

¿Por qué hoy escribo sobre este libro?

 Porque me quitó el sueño dos noches y aun mantiene despierto mi entusiasmo.
 Porque no podía creer estar leyendo historias clínicas tan bien expuestas.

 Y, por si fuera poco, tuvo el acierto de ilustrar con versos de Espronceda su escrito sobre Clematis:


“Dicha es soñar, y en el mundano ruido
vivir soñando y existir dormido.”








Con los de Jorge Manrique al dar ejemplo de Honeysuckle:


 “Cuán presto se va el placer
 cómo, después de acordado, da dolor; 
 cómo a nuestro parecer, 
  cualquier tiempo pasado
  fue mejor”.





Y con los del poeta argentino Conrado Nalé Roxlo pintó a la Wild Rose:


“La partida de mi vida
juego con tanta pereza
que perderé la partida
por no mover una pieza. 
¿Qué me levante? ¿Qué salga en busca del vellocino?
No hay vellocino que valga
 las fatigas del camino.”


Mi homenaje para ti, querida María Luisa.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Grupo 3: Falta de interés por las circunstancias actuales

El Dr. Bach fue un hombre preocupado por el esquivo fenómeno de la atención. Dedicó 7 esencias a siete modos de perder el interés por las presentes circunstancias, siete respuestas evitativas del contacto consigo y los demás: Clemátide, Honeysuckle, Wild Rose, Olive, White Chestnut, Mustard y Chestnut Bud.
La atención es necesaria para aprender, relacionarse, trabajar, disfrutar, pensar, tomar conciencia de lo que se piensa, se dice, se hace y quiere. Sin atención el prójimo no se distingue, ni pueden notarse sus particularidades… el mundo se transforma en un espacio que el despistado llena, por completo, de sí mismo. El español recoge muy bien este tipo de abstracciones: está en la luna, hace caso omiso, pierde de vista, hace oídos de mercader, no se entera, como quien oye llover, se hace el sordo… o el sueco.
El presente es el tiempo del que se quita la atención y esto tiene sus consecuencias: no se aprende, no se recoge lo que sucede, no se toma nota, la información interna y externa cae en saco roto (otro dicho popular), las circunstancias se descuidan, se olvidan y, claro está, el sujeto queda sin la memoria de su historia y repite similares errores.
Cuando se pierde el interés lo que sufre es el contacto: se pierde, se reduce, se retira, se desensibiliza o anestesia; el sujeto se empobrece y tala sus vínculos y posibilidades. Veamos las esencias formuladas para reorientar la atención desplazada.

Clematis (Clemátide):
Recomendado especialmente para los soñadores, los somnolientos, los que no están plenamente concientes, o que no tienen gran interés por su vida presente. Personas generalmente calladas, que no son realmente felices en sus circunstancias actuales, y que piensan más en el futuro que en el presente; viven esperanzados en tiempos mejores, en los que sus ideales puedan concretarse plenamente. Cuando enferman, algunos hacen poco o ningún esfuerzo por mejorarse, y en ciertos casos pueden incluso desear la muerte, con la esperanza de reencontrarse con algún ser querido que han perdido.

Clematis vitalba
El sueño, Pablo Picasso
He perdido el nombre de este pintor contemporáneo ¿lo conoces?

Honeysuckle (Madreselva):
Para los que viven demasiado en el pasado -añorando quizás épocas de gran felicidad- recordando a un amigo perdido o ciertas ambiciones que no llegaron a concretarse. No esperan que ninguna felicidad futura pueda parecerse a aquella que tuvieron.

Lonicera caprifolium
  El corazón al sur, por Mercedes Sosa. Verás un ejemplo del estado afectivo Madreselva.

Wild rose (Rosa silvestre):
Para los que sin ninguna razón aparente se han resignado a todo lo que les sucede, y sólo se deslizan por la vida sin hacer esfuerzo alguno por modificar las cosas y encontrar un poco de felicidad. Sin quejarse, se han rendido en la lucha por la vida.

Rosa canina
Mónica Krause, Terapeuta Floral Integrativa, ha hecho una interesante aportación. Se trata de un vídeo musical de Joan Manuel Serral "Hoy puede ser un gran día", para ella representa el efecto terapéutico de esta esencia. Escuchad la letra.
Olive (Olivo):
Para quienes han sufrido mucho física y mentalmente, y se encuentran tan fatigados y exhaustos que sienten que ya no tienen fuerzas para realizar ningún esfuerzo más. La vida cotidiana representa un arduo trabajo y no les brinda ningún placer.

Olivos con cielo amarillo y sol (1886). VIncent van Gogh
La convalesciente. Marie Blanchard (1881-1932)
White chestnut (Castaño blanco):
Ideal para aquellos que no pueden evitar que su mente se vea invadida por pensamientos, ideas y argumentos que no desean, sobre todo en esos momentos en que el interés por las circunstancias coyunturales no es lo suficientemente fuerte como para mantener la mente a pleno. El remedio suele aliviar esos pensamientos que los preocupan, y que persistirán, o que retornarán si logran alejarlos temporalmente; son los mismos pensamientos que parecen dar vueltas y vueltas, rodeándolos y causándoles una verdadera tortura mental. La presencia de esos pensamientos desagradables les quitan la paz e interfieren con su capacidad de pensar solamente en su trabajo y los placeres cotidianos.
Aesculum hippocastanum
Mustard (Mostaza):
Para las personas propensas a sufrir períodos de melancolía o aun de desesperación, sintiendo como si una fría nube negra les eclipsara y les ocultara la luz y la alegría de vivir. Además, muchas veces les resulta difícil encontrar una razón o explicación para esos estados repentinos. Bajo estas condiciones, es prácticamente imposible mostrarse feliz o alegre.
Sinapsis arvensis
Chestnut bud (Brote de castaño):
Para aquellos que no aprovechan totalmente la observación y las experiencias, o necesitan más tiempo que los demás para asimilar las enseñanzas de la vida cotidiana. Mientras que para algunos una sola experiencia es suficiente, estas personas sienten la necesidad de repetirlas varias veces antes de aprender la lección. Por lo tanto, y muy a pesar suyo, se ven repitiendo el mismo error en distintas ocasiones, sin advertir que una sola vez debería haber sido suficiente, o que las observaciones de los demás tendrían que haber bastado para evitarles el error.
Observa el despertar Chestnut Bud de Mr. Bean, un personaje representativo de esta esencia floral.

www.susanaveilati.com