Trillium Chloropetalum (púrpura) |
Su esencia floral, nos dice Claudia Stern, es para los indicadores de "Codicia, avidez, ambición de posesiones..."
La codicia es el afán excesivo de riquezas, el deseo vehemente de adquirir bienes. Sus sinónimos son avaricia, avidez, usura y ruindad. Forman parte de la misma familia: traición, fraude y violencia, los tres medios de los que se vale la codicia para conseguir sus fines.
Codiciar es el ansia de más, más de lo mismo, claro; y más
de lo del otro. Es envidioso, sin envidia no existiría la codicia. Si desea más
es porque no se queda con lo que tiene, no es una buena madre de sí mismo, no
se nutre con lo propio. Probablemente porque ha tenido falta de clima maternal.
Tendremos que poner esencias florales a la historia de su codicia, de ese hueco
que nunca llena y por el que para llenarlo es capaz de destruir lo que toca.
Hay esencias importantes de base: Holly, Mímulo, Mariposa
Lily (cuando no agravado hacia Evening Primerose). Observemos cómo la expresa: Star Thisle (miedo a la
carencia y fondo avaro y acumulador), Trillium (el trepador), Vine... Por otra
parte, habremos de establecer una diferencia entre la codicia y lo que necesita. Hay
personas que llaman “codicia” a “necesitar”,
en realidad les produce culpa el acto de desear. Así es que conviene establecer con él o ella, qué es lo que está en su derecho de desear y conseguir, y qué de la codicia es un ajuste neurótico con el que calma el dolor por la
falta que no reconoce (acumulando ilusiona que no le falta nada).
"No Quater", de Michael Trent, Vancouver Film School
"No Quater", de Michael Trent, Vancouver Film School
Y un consejo: miremos a la codicia como un dolor, o podemos entrar en contratransferencia negativa (pueden ser realmente personas difíciles).