Este oleo de 1893, del post-impresionista Edouard Vuillard, "Madre y hermana del artista", parece contar un clásico vínculo Centaury de sometimiento, servicio desmedido y olvido de sí.
Observad el gesto firme, decidido, demasiado rotundo y complacido de la madre -viuda de un marino muerto cuando Edouard era adolescente-; y el de su hermana, apenas si se diferencia del empapelado. Está inclinada hacia la madre, parece desear pasar desapercibida; tiene en su rostro una expresión que mezcla temor, culpa, cansancio, y exagerada atención hacia su progenitora.
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Querida Susana
ResponderEliminarEs genial está pintura como representación de Centaury, y el detalle de la tela del vestido casí fusionada con el papel de la pared le da una percepción todavía mayor.
Un abrazo
Gracias Pili, sé que ha pasado tiempo desde tu comentario, pero por alguna razón la respuesta que te di en su momento observo que no ha llegado. Un beso
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